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Capítulo 22.

Ambos se encontraban recostados aún sin creer todo lo que había sucedido, Jimin tenía su cuerpo envuelto en una de las sábanas con su cabeza en dirección al respaldo de la cama y Jungkook con la suya a la orilla de ésta con solo una parte de lo que sobraba de la sábana para poder cubrirse un poco.

—Entonces creo que deberíamos... —dijo con una sonrisa esperando a que el omega decidiera que es lo que harían ahora.

—Te puedes ir si quieres —dijo en un suspiro apretando las sábanas sobre su cuerpo.

—¿Quieres que me vaya? —preguntó Jungkook sentándose sobre la cama con su ceño fruncido, no entendía por qué Jimin quería que se fuera.

El menor imitó su acción y se sentó para poder observar bien al otro.

—Me refería, digo, solo si tú quieres —divagó—. No te sientas... obligado a quedarte —dijo con la mirada gacha.

—¿Obligado? —Jungkook no entendía absolutamente nada, él no se sentía para nada obligado a estar ahí con su omega, porque sí, ya había aceptado que Jimin era suyo, su omega y de nadie más.

—Halloween acabó, ¿cierto? —habló bajito casi tartamudeando.

Jungkook no lo podía creer, se sintió decepcionado.

—Cierto —respondió con su semblante serio—. Se acabó Halloween —repitió.

Jimin iba a decir algo pero fue interrumpido por el constante sonido del timbre.

Ambos se miraron un poco incómodos hasta que Jimin decidió salir a ver quién era la persona que estaba por reventar sus tímpanos. Se paró de la cama y se llevó con él la sábana envuelta en su cuerpo dejando al alfa desnudo sobre su cama.

Jungkook solo vio como salía de la habitación y se volvió a recostar soltando un suspiro frustrado.

—De acuerdo, ¡ya voy! —gritó mientras se colocaba una bata sobre su cuerpo antes de abrir la puerta.

Cuando abrió la puerta se encontró a su hermana, Eunha quien traía un semblante horrorizado y entró sin pedir permiso a su departamento.

—Besé a Black Panther —dijo desesperada.

—¿Qué? —Jimin no entendía nada de lo que estaba pasando.

—Besé a Black Panther, lo besé, estábamos parados en la fila esperando para el baño y luego solo pasó de la nada, nos besamos —explicó hiperventilando.

—Eww, ¿con lengua? —preguntó asustado.

—Ay Dios mío, soy una horrible persona, soy una horrible omega, me voy a ir al infierno —dijo dando vueltas por toda la sala.

—No, no eres una horrible persona —trató de tranquilizar a su hermana.

—¡Si, si lo soy! —se quejó, su olor a melocotón inundaba la sala de estar con un toque amargo por la desesperación de la omega—. Lo soy, soy una horrible esposa, omega y madre, y estoy casada con una maldita santa, Jinyoung es la mejor alfa de todo el mundo, ¿y así es cómo le pago? —se lamentó—. Me odio tanto —dijo al borde de las lágrimas—. No... no puedo creer que... —caminó hacia el sofá de color gris y tomó un cojín—. ¡Besé a Black Panther! —colocó el cojín y gritó sobre él ya con sus lágrimas corriendo sobre su rostro.

Jungkook iba saliendo de la habitación ya vestido y se encontró la extraña escena de Eunha llorando sobre el sofá apestando a omega triste mientras Jimin la veía sin saber que hacer.

—Hola, Eunha —fue lo único que atinó a decir el alfa.

La omega separó su rostro lentamente de la cómoda almohada y paró de llorar tratando de disimular que no estaba pasando nada.

—Hola —saludó con una sonrisa forzada—. Yo... solo le contaba a Jimin sobre el sueño que tuve anoche —trató de explicar mientras se sentaba correctamente.

—Si, bueno, yo ya me iba —dijo caminando en dirección hacia la salida dándole una última mirada al ojiazul.

Eunha intercaló su mirada entre su hermano y Jungkook que ya estaba a punto de marcharse.

—¡No, espera! —gritó para que el alfa no se marchara, y funcionó porque el ojiverde se había dado la vuelta. Eunha se paró del sofá y los volvió a observar minuciosamente—. Tuvieron relaciones —afirmó.

—Já, no, no lo hicimos —negó el omega.

—Ah, ¿no? —preguntó el alfa mirando seriamente al omega.

—Yo creo que debo irme —dijo la rubia tomando todas sus cosas para salir del lugar.

—No, no, te debes quedar, te ves muy... triste por... tu sueño —pidió Jimin un poco desesperado.

Jungkook solo estaba observando la situación sin ninguna expresión, pero por dentro se sentía herido al igual que su alfa al escuchar como el omega negó todo.

—Si, quédate, yo... yo me voy —respondió el mayor diriguiéndole una última mirada al rubio quien lo veía con un poco de pánico—. ¿De acuerdo? —intentó, muy en el fondo quería que Jimin le pidiera que se quedase y al no recibir respuesta alguna lo comprendió—. Adiós —se dio media vuelta y abrió la puerta del departamento.

—De acuerdo, adiós, nos vemos otro día —se despidió. El alfa solo le dio una mirada con su semblante serio antes de cerrar la puerta.

—¿Qué demonios fue eso? —preguntó Eunha.

—¿Qué? Nada —se hizo el desentendido—. Iré a preparar café —escapó a la cocina dejando a su hermana parada en medio de la sala.

✧✦✧

—Prácticamente me pateó por la puerta —Jungkook, después de eso había decidido ir a casa de su amigo para contarle lo que había sucedido.

—¿Ni siquiera se abrazaron? —preguntó.

—No —negó el ojiverde.

—¿Cucharita? —intentó de nuevo el alfa rubio.

—No —volvió a negar.

—¿Almorzaron? —inquirió.

—No me dio ni una taza de café —respondió.

—Mierda, eso duele —dijo con una mueca.

—Nunca me habían pedido que me fuera —recordó con su entrecejo fruncido.

—Si hermano, te entiendo, Eunha y yo tuvimos una conexión y ni siquiera me llamó —se quejó.

—¿Y sabes qué fue lo último que me dijo? Me dijo "Nos vemos otro día" —dijo rodando los ojos al recordar todo con exactitud—. Lo dijo cómo si no le importara —se lamentó.

—Eso es horrible —colocó su mano en el hombro de Jungkook en firma de apoyo—. Pero aún tienes a tu fiesta-amigo, ¿cierto? —inquirió.

—No creo que pueda seguir con eso —explicó.

—No, espera, ¿sabes lo que pienso? Vas, sales con él y actúas como si no hubiera pasado —Jungkook asintió en respuesta—. Si te hace sentir mejor, iré contigo —se ofreció.

—¿Por qué? —preguntó confundido.

—¿Cómo que por qué? Eunha, yo y la conexión, ¿recuerdas?

—¿Enserio? —frunció el entrecejo, Jin asintió en respuesta—. ¿Conectaste? ¿Con una omega enlazada con cuatro hijos? —preguntó.

—Suena mal cuando lo dices así —se quejó—. Si ella pregunta por mi... —fue interrumpido por Jungkook.

—No lo hará.

—No, pero si lo hace-

—Ella no lo hará —afirmó—. Olvídala —aconsejó.

—Trato de olvidarla, pero yo no quiero cerrar una puerta porque abrirá otra —respondió.

Jungkook decidió que ya se debía marchar de la casa de Jin.

—Si, lo harás, así que cierra bien esa puerta, con candado —dijo el alfa ya casi llegando a la salida.

—Pero si lo hace... —volvió a intentar.

—¡Ella no lo hará! —gritó el alfa para que su amigo lo escuchara.

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